En el nuevo mundo de las infinitas nuevas formas de sostenibilidad coexisten el reciclaje, los coches eléctricos, los molinos de viento, los veganos y las ONGs. Pero… ¿y nuestros hábitos? ¿Somos sostenibles frente a la enfermedad?
Europa y America se enfrentan al desafío de una población que muere por enfermedades evitables
¿Deben tener sanidad gratuita las personas fumadoras, las que beben? ¿y las personas con obesidad? Según esta noticia: «Las enfermedades crónicas son responsables del 87% de las muertes que se producen en la UE. Muchas de ellas son prevenibles y están vinculadas a cuatro factores de riesgo comunes: tabaco, abuso del alcohol, alimentación y falta de actividad física».
Las enfermedades crónicas son la causa de casi el 90% de las muertes que se producen en la Unión Europea. La gran mayoría son evitables y están claramente relacionadas con cuatro factores de riesgo: tabaco, abuso del alcohol, alimentación y falta de actividad física, según alerta la Comisión Europea. Fumar, beber demasiado, ingerir comida basura y no hacer ejercicio es el “modus socialis” que está poniendo en jaque enfermándolos primero y matando después a los ciudadanos.
Por otro lado, en el mundo no desarrollado se muere mayormente por transmisión de enfermedades que apenas existen en Europa: son contagios de virus, bacterias y parásitos, como el sida y la malaria los que atacan al ser humano desatendido.
Se nos presentan pues personas con años de evolución de enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias…o como el cáncer y/o la diabetes.
Y yo me pregunto …¿no es ésta una forma subvencionada de suicidio?
Recuerdo tener 5 horas de matemáticas en el instituto, pero ninguna de hábitos saludables o dañinos y de responsabilidad social. Esas 5 horas a la semana hoy me permiten apenas sumar y restar con soltura… sin ni siquiera poder con ello alcanzar el sumando de aquellos pasos que doy en contra de mi salud y de lo que denomino “sostenibilidad conductual”.
Ser dañino con el medio ambiente está totalmente señalado. Está incluso judicializado y penado. Se cuantifica el daño producido y el coste económico ambiental y se hace pagar por ello. Eres malo e insensible por el daño que haces y el coste que generas.
Menos mal que en el otro lado existe Alberto, el humano ambientalmente sostenible, con sus 4 basuras de reciclado en casa, con las placas solares en el techo y el coche eléctrico en el garaje. Además manda a sus hijos al colegio en bici. Se le paga por ello, con una tarifa de luz más económica y sin impuesto de circulación. No paga parking en zona azul. Es justo, se lo merece.
Luego fuma una media de 15 cigarros diarios, la mitad en casa, donde fomenta futuros fumadores y actuales fumadores pasivos, a la vez que lanza al suelo de la calle una media de 2000 colillas… no pasa nada, pues tiene en casa bombillas led. Se automedica con un mínimo anual de 365 pastillas de Cintrón, 365 de Blokium (un betabloqueante), 365 de Metformina para controlar el “azúcar”… mínimo por cierto que pagamos tú y yo.
Acudió a su medico de cabecera 7 veces el año pasado por depresión, dolor de espalda (causando 2 semanas de baja de su puesto de secretario judicial en el juzgado), y varias revisiones de su hipertensión y de su diabetes iniciada hace 4 años. Pesa 98 kilos con un 33% de tejido graso, y subiendo. Las recomendaciones alimenticias recibidas en el papel del servicio hospitalario al que ha acudido 4 veces este año: colgado en la nevera, junto con el “2×1 de Telepizza y dos colas light con la familiar”. 3 analíticas en lo que va de año, una incluso con todo el perfil hormonal completo. En 3 años, le calculan, se tendrá que intervenir de prótesis de rodilla. Mientras Condrosulf 800 mgs para el cartílago “for free all year long”.
Desde hace 2 años es vegano. 52 sin serlo. Nunca es tarde. Alecciona con frecuencia sobre la “insostenibilidad” del consumo de animales (ojo…me gustan los veganos…pero los informados). Es sin duda Alberto “el Sostenible”.
Pero, y este coste ¿quién lo cubre?
Ser dañino con el mundo se señala, pero ¿y con la salud? ¿y con la economía del servicio sanitario? me puedo ir suicidando lentamente durante 50-60 años para acabar a los 80 años tomando pastillas y jarabes diarios y nadie me dice: ¡eh tu! ¿no eres sostenible? ¡pues paga! ¡pues a la cárcel!
¿No esto acaso un agravio comparativo?
¿No es ésta una situación de clara “insostenibildad” de nuestros hábitos, y a la vez económica?
Yo pienso que algo habrá que cambiar y es como poco y sin duda un debate interesante.